Carlota Akaneya

Si te digo que esta noche cenamos en un sumiyaki, probablemente te suene a chino, bueno, en realidad, te sonará más bien a japonés. Y es que este concepto de restaurante, procedente de la cocina tradicional nipona, fusiona dos variantes gastronómicas ya de por sí atractivos por separado: barbacoa y comida japonesa. Carlota Akaneya, inspirado y bendecido por el Akaneya Junshinken de Kyoto, nos muestra una cara quizá más desconocida de la gastronomía nipona y en la que, alrededor de una mesa con las brasas en el medio, los comensales se van preparando carnes y verduras al momento, a su gusto y disfrutando además del proceso de cocinarlos a la barbacoa y de los aromas que desprende la comida. Comer allí se convierte en toda una experiencia, en la que no se puede ir con prisa y que nos permite disfrutar del proceso de cocinar nosotros mismos lo que vamos a comer. Por cierto, uno de los secretos mejor guardados de Japón son sus whiskies y, por muy raro que te suene, no deberías dejar de probarlos si te gusta esta bebida. Después de una barbacoa, una copita de whisky no sienta nada mal.