El Melic del Gòtic

Hay un lugar en pleno barrio gótico en el que la carne es la reina indiscutible. Se trata del Melic del Gòtic, un restaurante erigido entre los antiguos muros del convent de Montsió del siglo XV, donde la historia se respira a través de las paredes empedradas. Allí debes acercarte si lo que buscas es carne de primera, preparada a la brasa de carbón y a un precio razonable. Si bien la carta no es especialmente amplia, tampoco hace falta: hay varias ensaladas, algunos platos de pasta y poco más, pero lo importante allí son sin duda los chuletones, el cordero, el secreto ibérico y, sobre todo, el entrecot cebón. Éste último es el rey indiscutible de la carta, como bien nos indica el camarero, y no es para menos: ese buen pedazo de ternera, jugoso y en su punto, es capaz de satisfacer a cualquiera (salvo a un vegetariano, claro está…). La clientela la componen en su mayoría turistas -el camarero insistió en hacernos una demostración de cómo prepara el pà amb tomàquet, como bien hace con alemanes, rusos y demás-, aunque a mediodía también se llena de autóctonos en busca de menú. En definitiva, estamos ante un lugar sencillo y tradicional al que vale realmente la pena acudir cuando el estómago te pide un buen plato de carne a la brasa.

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