Nakashita

Los platos del Nakashita son foodporn instantáneo. Solo hace falta ver el mimo que el chef Marcio Araujo le pone a cada pedido de sushi con toques brasileños, para que se te haga la boca agua. Siéntate en la barra (vale la pena esperar a que se quede un sitio libre, porque es un espectáculo), y pide según lo que vayas viendo pasar delante de ti. Lánzate, no vayas a lo seguro: pide una mezcla de platos del día con platos que te sorprendan de la carta. ¿Algunos hits? Los spicy maguro, el soft shell crab, los gunkan envueltos de carne Wagyu, las ostras en tempura, o cualquier sugerencia cubierta con foie caramelizado. Te vas a quedar con ganas de repetir cada plato. Además el restaurante es pequeñito, acogedor, bien iluminado y con buena música brasileña de fondo. Planazo perfecto para cenas románticas. Obligatorio ir con reserva los fines de semana, ten paciencia e intenta conseguir una silla en la barra. Te aseguro que vas a alargar los postres solo para poder seguir disfrutando del show.

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