Pastisseria Brunells

Cuando en 2018 la Pastelería Brunells bajó la persiana, muchos auguraban que la codiciada esquina de la calle Princesa con Montcada acabaría en manos de una franquicia cualquiera. Pero como en las mejores historias, el devenir de esta histórica pastelería fundada en 1852 tomó un giro inesperado, y un nuevo triunvirato de socios salió al rescate del histórico local del Born.

Los propietarios de Cafés El Magnífico, vecinos del barrio y pioneros en la torrefacción de café de calidad, Pastelería Canal, pasteleros de altura y responsables de uno de los mejores croissants de mantequilla de la ciudad, y el estudio de branding LKC unieron fuerzas para volver a dar esplendor a esta icónica pastelería. Y doy fe que lo han logrado. El nuevo Brunells se divide en un espacio dedicado a la pastelería, con un interiorismo que mezcla detalles modernistas con una simetría y gama cromática que haría salivar al mismísimo Wes Anderson. Al otro lado de la vitrina de pasteles, hay un espacio más moderno donde tomar algo. Al inicio de la larga barra, una preciosa máquina Marzocco negro mate se encarga de servir tazas de Café El Magnifico, que puedes combinar con la creación pastelera que más rabia te dé. Mi tartaleta sin gluten de chocolates era un espectáculo.

Este nuevo proyecto ha sido parido y pensado para que lo disfrute la gente de la ciudad, algo anómalo en un barrio que hace tiempo dio la espalda al público barcelonés. Aprovecha la tranquilidad actual para tomarte uno de los mejores cafés con croissant del centro de la ciudad.