Cualquier residente de un país occidental sabe que el capitalismo es el dogma que rige nuestras vidas, aunque queramos huir de él. Hay maneras de intentar que ese gigante no devore nuestra existencia, con pequeños gestos. Pero si esas pequeñas hazañas cotidianas no fueran suficientes, también existen formas simpáticas de acabar con él, aunque la mala hierba nunca muera del todo. Cosas como practicar sexo en espacios públicos, regalar dinero, adiestrar chimpancés para que jueguen en bolsa o desobeceder para crear el caos, son algunas ideas para que este mundo sea un lugar un poco más feliz (o menos capitalista). La compañía Casa Real propone este espectáculo escrito y dirigido por Salvador S. Sánchez y Raquel Loscos en el que no falta la crítica hacia multinacionales, bancos y grandes potencias mundiales. Ante todo, mucho humor.
