Son de traca, pueden hacer lo que quieran. En un narrativo ejercicio de libertad creativa, Chico y Chica han sacado este año a la luz Notario, un disco en el que revisan sus grandes éxitos de una manera peculiar: hablando, declamando, no sé, con una historia detrás… Vamos, que si las escuchas todas seguidas, del tirón, es como si te contaran un cuento frenético. Como ya hicieran en episodios fugaces como La Tarzana o la serie Cuatro en Alicante, se mueven por todas las zonas de ambiente salvaje. Con una larga carrera, es uno de los dúos que mejor cuenta las historias que nos pasan todos los días desde un punto de vista como de literatura de aventuras, donde las criaturas distintas y los paisajes exóticos campan a sus anchas. La aparente sencillez de su puesta en escena, -no solo de esta noche, sino de siempre-, pone de manifiesto que la clave de contarlo todo bien y con humor está frente a nuestro espejo. Para rematar, el hecho de que sean ya tan “de culto”, tan divertidos, tan desenfadados, demuestra que la juventud puede estar en el corazón de personas de todas las edades y que no envejecer se consigue con la reinvención y patatín y patatán.
Y nada, que al grano, que esta noche es especial, porque no suelen presentar sus canciones en directo, porque son arte andante y porque con ellos la sonrisa y la risa están más que garantizadas. // By Jabichillo
