La ciudad tiene la suerte de disfrutar por segunda vez de Dansa d’agost, una adaptación de la aclamada Dancing at Lughnasa (1990) del irlandés Brian Friel. Las/os culpables de tal hazaña son las/os integrantes del equipazo de la compañía laperla29. Memory becomes a weapon, que diría Tennessee Williams. Ferran Utzet, el director de la adaptación, destaca la valentía del sujeto femenino en este memory play. Apuesto a que Maggie, Agnes, Chris, Rose y Chris, las cinco hermanas que encabezan la familia Mundy bien suscribirían la cita de Williams.
En una Europa marcada por un periodo de entreguerras en el que el entramado político se polariza y se ve marcado por insignes revoluciones proletarias, el ascenso de los fascismos y el declive de los sistemas de democracia representativa. Las hermanas Mundy se resisten al paso del tiempo en un pequeño pueblo de la Irlanda del 36. Marcada por el conflicto entre una represión católica y su feminidad opresora impostada, la familia se aferra a unos esquemas rurales a pesar de las necesidades de diversión y el goce propios de la propia naturaleza humana en un ejercicio constante de autocensura, pero un buen día sus vidas experimentan la llegada de ese haz de luz terapéutico sin fronteras que es la música.
Las presencias de una radio Marconi y Michael, el pequeño de la familia, serán un puente de conexión fundamental para comprender los recovecos de esta deliciosa obra de 2h y 40 min.. No te pierdas esta puerta del tiempo a la Irlanda del 36 situada en un lugar tan especial como es la Biblioteca Nacional de Catalunya. Ah, un último apunte: tras vivir esta experiencia no pararás de bailar como mínimo durante toda una semana. ¡Estás avisada/o!
