Giorgio de Chirico abrió la pintura al mundo metafísico. Su fascinación por el clasicismo y por la siempre extraña separación sueño-realidad, así como la sensación de tiempo atemporal que desprenden sus obras, fue fuente de inspiración para el surrealismo, el realismo mágico y el pop-art. Hoy el gran público puede haberlo olvidado, pero Giorgio de Chirico es el gran artista de la Italia del siglo XX.
CaixaForum ha preparado una gran retrospectiva a su altura: 142 obras, algunas tan poco conocidas como sus esculturas, reunidas en 6 ámbitos que narran su trayectoria creativa. De esta manera, podemos contemplar sus retratos, con los que explora el arte más clásico, los interiores metafísicos, sus famosas plazas, su mirada al Renacimiento a través de los paisajes y llegar a los gladiadores, una figura que estuvo presente hasta el final de su carrera.
La mirada al pasado a través de la ensoñación siempre está presente en la obra de Giorgio de Chirico. Logró paralizar el tiempo con técnicas cada vez más depuradas, logradas gracias al estudio constante de los grandes pintores de cada época. Una visión única que difuminaba cualquier frontera entre imaginación, sueños, memoria y realidad. Para los que estamos pasando un verano entre las tinieblas del regreso de Twin Peaks, ¿puede haber una mejor espera entre capítulo y capítulo que las obras de Giorgio de Chirico? Lynch lo tendría claro. // By Miguel Lagoma
