Revisemos conceptos: ‘Censura: intervención que practica el censor en el contenido o en la forma de una obra, atendiendo a razones ideológicas, morales o políticas’. En un sentido amplio se considera como supresión de material de comunicación que puede ser considerado ofensivo, dañino, inconveniente, inapropiado o inmoral para el gobierno o los medios de comunicación según lo determinado por un censor’.
El humor en el porno, El guión: más allá del Pizza Delivery Guy, Sexo, arte y otras disciplinas, BDSM: dominación y sumisión desmitificadas... Viendo el programa de esta jugosa selección de cortos eróticos de Erika Lust, aclamada directora de cine porno -en clave femenina y feminista- afincada en Barcelona, intuimos que la inauguración del ciclo ‘Les escletxes de la censura’, dedicado a los directores de todo el mundo que burlaron el azote de esta práctica castradora en la Filmoteca de Catalunya, va a tener un sabor especial.
Los cortos que se proyectarán son parte de XConfessions, el proyecto crowdsourcing de Erika en el que historias eróticas de anónimos de todo el mundo son transformadas en cortometrajes explícitos dirigidos por la aclamada directora sueca. La proyección se iniciará con una charla a cargo de la directora, en la que presentará los trabajos que componen el programa y expondrá los principios de igualdad de género y feminismo en los que basa su actividad artística como creadora de cine adulto, inteligente, lúdico y fuera de la norma. También estarán presentes algunos de los actores protagonistas y tras la proyección habrá un debate abierto a las preguntas del público en un interesante face to face. Escritora, guionista y directora de cine porno en clave femenina, Erika Lust ha sido reconocida por innovar en estética y fotografía y representar valores y principios éticos en la producción de sus películas. Fundó su productora Erika Lust Films en Barcelona, dónde rueda cerca de 30 nuevos trabajos al año y anteriormente ha presentado cortos de XConfessions en festivales de cine en Londres, Chicago y Berlín. Este interesante y necesario ciclo toma como eje central la censura en todas sus formas y manifestaciones, desde la más evidentes y totalitaristas a las sutiles formas de adoctrinamiento occidental-anglosajón. Política de costumbres, religiosa, sexual… a lo largo de la historia y en diferentes latitudes, los cineastas se las ingeniaban para esquivar a los censores. En torno a ello se ha vertebrado este ciclo donde se da una vuelta de tuerca al concepto de subversión.
Porque el sexo no es un mero instrumento de adoctrinamiento social ni un pasatiempo vacuo con fines primitivos, sexistas o vacíos de contenido. Porque el porno y el erotismo pueden ser, más que un reproductor de viejos y rancios modelos sexuales, un instrumento de rebeldía, cultura, y avance social -como en los films de Erika-. Donde la mujer no es objeto sino protagonista, artífice y motor de toda acción.
