Trasladar un libro al formato expositivo despierta sentimientos encontrados. La incapacidad, la posibilidad o los términos medios dependen de la naturaleza del propio libro, aunque en el caso que nos ocupa las palabras acepten con gusto la transformación plástica. ‘Especies de espacios’, de Georges Perec, es uno de esos libros que agradece la expansión de su concepto, el mismo que Frederic Montornés ha desarrollado en la muestra que el MACBA presentó a comienzos del verano y que permanecerá en el museo hasta el año que viene. Y al igual que en el volumen original, esta ‘Especies de espacios’ exhibe el gusto de Perec por la fragmentación, por las ordenaciones libres y las libertades de interpretación. Trece lugares, trece espacios que albergan lenguajes y registros variados, trece niveles de fisicidad que van desde la página, contenedor artístico esencial, al mundo, contenedor humano total.
