Los coworkings son esos lugares maravillosos que trascienden su significado de «oficina colaborativa» y pasan a ser hábitats de sinergias y espacios creativos. De hecho, estoy segura que si indagamos en los entresijos de la mayoría de ellos -a parte de quizás algún que otro lío de faldas- en todos habrán surgido nuevas oportunidades para sus inquilinos. Los amigos de Cadàver Exquisit lo saben bien y por eso llevan ya cuatro añitos. Ellos, además, han sabido rentabilizar el espacio ofreciendo cursos y talleres, realizando exposiciones y celebrando alguna que otra fiestecilla como la de este sábado. Celebran su nuevo año con, cómo no, una exposición colectiva de todos sus coworkers y… (redoble de tambores) un ¡concurso de tortillas! Sí, habéis leído bien, arte a raudales y la Moritz que no falte pero esta vez, con la barriga bien llena y la diversión asegurada. Así que avisados estáis y tonto el último (porque fijo que se queda sin tortilla)
