Cada vez que oigo a Foals recuerdo la primera vez que los escuché. Sonaba la lentísima intro de «Spanish Sahara» y yo salía del metro en Plaza Cataluña y una explosión de luz y movimiento se unía perfectamente al sonido en mis auriculares. Pura magia, señores. La música de Foals es como una buena película: te mantiene en tensión, te sube y te baja a su antojo cual montaña rusa acústica, y te deja con ganas de más. La formación británica se define por su math rock alternativo, que superpone capas de genialidad matemática con capas de genialidad musical. Los chicos de Oxford combinan unos riffs inconfundibles, la superposición de repeticiones rítmicas y unas bases que pueden recordar a algo electrónico, haciendo que sus temas sean más que bailables. Vienen a Barcelona para presentar su último trabajo de estudio «Holy Fire», pero espera, que lo mejor está por llegar: los también británicos Everything Everything son los teloneros. Por favor, que alguien me pegue un tiro después de este concierto, porque no volveré a ser más feliz en mi vida.
