En un panorama post apocalíptico en el que desaparecen templos paganos como Discos Castelló, o titanes como Kanye West deciden no publicar físicamente su último trabajo porque «el futuro es el streaming», los melómanos de toda la vida capean las adversidades como pueden. Dicen que no son buenos tiempos para los soportes musicales tradicionales y, aunque muchos vaticinan el fin del CD, las estadísticas dicen que el vinilo está más vivo que nunca. Nos recuerdan que el acto de consumir música no se reduce a estar frente a la pantalla del ordenador, sino que es un acto social. Qué hemos aprendido de John Cusack y Jack Black en Alta Fidelidad, dónde se pasaban la vida en Championship Vinile, ese pequeño paraíso donde no importaba si era tarde o temprano: ordenar vinilos y comentar los últimos lanzamientos era puro placer. Por este espíritu, una panda de románticos crearon el Independent Label Market hace 5 años en Londres, una feria en la que reunir a esos amantes de la especialización y de los soportes musicales físicos y que a día de hoy tiene sedes en Hamburgo, Berlín o Los Ángeles. Este fin de semana le toca el turno a Barcelona, y hay una nutrida representación de sellos nacionales, con la presencia de Hivern Discs, Bons Records o Disboot, en el terreno electrónico, así como Foehn, Elefant o Wah Wah Records en el pop rock, o propuestas más independientes como Grabaciones en el Mar o Subterfuge. Y además de sumergirte en un verdadero mar de vinilos, cassettes y cds, habrá cerveza artesana de la mano de Garage Co y buena comida a cargo de Caravelle, además de sesiones de Dj para acabar de hacernos a la idea. Viva el romanticismo aunque suene cursi: lo importante al final es que por lo menos, suena.
