Una mujer con valores, que tiene claro que no es menos por ser precisamente eso, mujer. Una mujer que defiende su libertad y su independencia por encima de todo. Que tiene claro que el amor debe ser un acto de libertad entre iguales y que, ante la crueldad y la injusticia, hay que luchar y jamás agachar la cabeza. Todo ello debería ser ahora y todas nosotras pero, en este caso, es Jane, Jane Eyre y 1847. Y es, por supuesto, Charlotte Brontë. El Teatre Lliure celebra el 200 aniversario del nacimiento de la novelista inglesa y lo hace con una historia que, aunque pueda parecernos alejada, no podría ahora mismo estar más cerca. La Jane de Charlotte adaptada por Anna Maria Ricart, dirigida por Carme Portaceli e interpretada por Ariadna Gil es un regalo en forma de obra romántica, pero es también un guiño feminista y un grito de empoderamiento.
//foto de Ros Ribas
