Uno de los ejercicios más habituales entre artistas y las instituciones que podrían representarlos es el de la crítica. Una crítica firme, en ocasiones descarnada, pero siempre con la mano de la necesidad tendida. Porque, tal y como defiende Andrea Fraser en su producción, treinta años de obras recientemente presentadas en el MACBA, los artistas son tan agentes culturales como coleccionistas, galeristas y el resto de personajes/entidades que conforman el entramado del arte. De ahí que la muestra L’1%, c’est moi cuente con, además de un sutil elemento crítico, una intención aglutinadora en la que “todos estamos juntos en esto”. En el caso de Andrea, se adhiere a través de su experiencia, con sus vídeos, con las instalaciones, con las obras textuales y sobre papel y con la documentación que, aparte de hablar de arte, apunta a la sociedad, a sus estructuras mentales y sociales, así como al feminismo.
