Si alguna viste a una mujer que bailaba de un modo increíble en las raves de la ciudad y pensaste que ese talento podría ser aprovechado en una fascinante carrera en el mundo de la danza profesional, descubrirás que Dana Michel es la materialización de ese sueño. Con un físico envidiable, producto de su biotipo y pasado como atleta, no tiene ningún reparo en usar ese don cuando baila. Pero todo esto sin esfuerzo, de manera natural, aunque no necesariamente con fluidez, pues las principales características de sus movimientos son la asimetría, la ruptura y la arritmia, creando un lenguaje muy propio esta bailarina formada en danza contemporánea y con una fascinación especial por la estética de la indigencia. La obra que presenta esta noche, Mercurial George, es la continuación de una anterior, Yellow Towell, donde exploraba su condición de mujer negra. Como ella misma dice, su trabajo es de excavación en su propio ser, donde, quién lo creyera, suele encontrar el interior de los demás. ¿Será que todos somos uno?
