Destiny Nicole Frasqueri es una neoyorquina más. De ascendencia puertorriqueña y africana, Destiny camina por las calles de Harlem o de Lower East Side como una más. Pero dentro de la cabeza hay dragones. El más conocido de ellos es su álter ego Princess Nokia, un dúo de música polifacético que rompe todos los moldes. Con piezas como Tomboy, Brujas o Kitana, la cantante surfea de un género a otro saltando como una gata. Del Hip-hop al R&B al trap, la música de Princess Nokia es una estructura modular que va cambiando a cada canción que lanza. Según sople el viento.
Sus letras, al igual que ella, son de barrio, femeninas, inspiradas por Game of Thrones y por la teoría Queer. Para Destiny, la persona detrás de la artista, su música es “Cósmica y tridimensional, es sonido y progresión”. Es lo que queda cuando las etiquetas se despegan.
Si tenéis la suerte de conseguir una entrada, podréis verla rugir en los escenarios el 12 de octubre en Razzmatazz. Sed testigos.
