Ciertos discursos son difíciles de transmitir si no te integras por completo en ellos. Ryan Weiderman lo supo a comienzos de los ochenta al trasladar su estudio fotográfico a un taxi y aprovechar sus recorridos por New York para describir los cambios sociales que la ciudad y sus habitantes estaban experimentando. El proyecto se extendió durante décadas y ahora nos llega en forma de exposición itinerante. Un ejercicio que Espronceda, Center of Art and Culture recibirá en sus instalaciones durante las primeras semanas de junio y que incluye 40 fotografías presentadas en colaboración con la Bruce Silverstein Gallery neoyorkina. En él, descubriremos a gente de las finanzas, del arte, prostitutas e incluso algún que otro famoso. El estilo fluido, sin tapujos ni cargas ideológicas, contiene únicamente el espíritu del momento en su máxima expresión y evolución, así como un pretérito acercamiento al fenómeno selfie y al incombustible escenario del taxi, un modelo de negocio que libra en la actualidad una enconada lucha contra fuerzas corporativas.
