Llevo una semana entera trabajando unas 14 o 15 horas al día, en casa, prácticamente sin salir ni ver a nadie. La semana anterior estuve enfermo. El viernes tengo la maldita entrega, y no puedo esperar a estar sentado en una de las butacas del Casino de l’Aliança del Poblenou con mi novia al lado y cerrar los ojos mientras el maravilloso Kristian Matsson me recuerda lo bonita que puede llegar a ser la vida. El sueco conocido como The Tallest Man On Earth es de aquellos artistas con esa capacidad para ponerlo todo en suspensión, para crear una burbuja durante la hora u hora y media que está en el escenario con su voz, la guitarra o el piano, y hacerte feliz con esa voz a lo Bob Dylan y esas melodías dulces de guitarra a lo Nick Drake. Que toque las que quiera (de cualquiera de sus tres discos, siendo el último el reciente “There’s No Leaving Now”), pero que llegue ya el viernes, por favor. Kristian, te necesito.
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