Amaica

La nueva casa de comidas Amaica es una de las mejores cosas que ha ocurrido en los alrededores de la calle Mandri en mucho tiempo. Desde su minúscula cocina, Carlos Salvador (ex-Gresca) es capaz de darle un giro personal a platos tradicionales manteniendo precios absolutamente populares. Algo que demuestra con creces en su menú de mediodía, donde puedes encontrar un trinxat con panceta adictivamente crujiente, un delicioso bacalao a la vizcaina con piparras, o una tarta tatin de calçots impecable. Cuesta mantener la compostura delante de sus platos si tienes en cuenta que el menú completo sale por 13€.

Por la noche Salvador da rienda suelta a su recetario ecléctico de platos tradicionales con la intención de hacértelo pasar bien. Muy bien. Fuimos con amigos y nos pedimos casi toda la carta: terrina de foie y butifarra negra con membrillo, oreja gratinada con romesco y olivas negras, el ravioli relleno de ragú, o el rabo de cerdo deshuesado con encurtidos. Incluso su sándwich cubano con papada cocida a baja temperatura nos hizo disfrutar. Con un par de botellas de vino, rozamos los 30 euros por cabeza. Toda una anomalía para este nivel de cocina en los tiempos que corren.

Servicio impecable, una sala minúscula pero con encanto y su terraza resguardada hacen del Amaica todo un hallazgo. Haz tu reserva y, además de comer bien, darás tu apoyo a un joven cocinero con uno de los restaurantes más interesantes de la zona alta de la ciudad.