Auto Rosellón

En pleno corazón del Eixample, donde cincuenta años atrás se almacenaban piezas de reparación para coches, ahora se encuentra Auto Rosellón, una casa de comidas que sigue guardando la esencia de ese buen hacer de sus dueños anteriores. Como dicen sus artífices actuales, donde antes se reparaban coches, hoy, se reparten piezas para reparar “estómagos maltratados”. Añadiría además que aquí se hace una puesta a punto. Y es que su oferta gastronómica, el servicio y el ambiente avivan a cualquiera.

Resulta complicado encasillar este genuino restaurante, pero me atrevería a usar la palabra respeto para explicarlo. Desde el cuidado por el lugar que fue, conservando parte de su estructura en su decoración industrial hasta la atención prestada a todo aquello que entra en esta casa. Ya sea la materia prima o el cliente.

Marcela Albuja, directora de Sala, y Agustina nos atendieron con gran amabilidad. A la escucha. Cualquiera, independientemente de sus gustos, religión o incluso alergias alimentarias, puede encontrar en Auto Rosellón su lugar. Y ya sabréis lo complicado que resulta juntar un grupo y que todos queden contentos. ¡Ardua tarea!

Detrás de esta sensibilidad culinaria está la Chef Ronit Stern. Su inquietud se descubre en sus platos. Su inspiración es el mundo, sin fronteras, y el cuidado por el trabajo artesano y la tierra. Acudir a Auto Rosellón es encontrarse con una cocina cosmopolita. Nos advirtieron que tal vez tendríamos que esperar, pues respetan plenamente el concepto de slow cuisine. Pero seguramente he llegado a esperar más en según qué fast food.

Para haceros una idea de lo que podréis encontrar, cenamos babaganush para mojar, molasa de Granada, burrata con higos, col de dama y nueces tostadas, sashimi de lubina, tartar de higos, tosta de taco de pulled pork, feta, pico de gallo y jalapeños. De postre, pannacotta casera. Todo elaborado con la cocción justa para conservar el sabor y textura de sus alimentos. En la selección de vinos naturales, Rafael Campos.

Quedan claras las influencias mundiales, destacando como base los alrededores del mediterráneo, en un sentido amplio. Viajando desde Barcelona a Tel Aviv. Destaca de la chef Ronit su compromiso por atender a aquellos que se preocupan por una alimentación equilibrada y variada. Ella misma se encarga de seleccionar los productos, eligiendo la mejor materia prima, de temporada y bio. Acercándonos al producto artesanal  y lo más natural posible. Por ello, el resultado es el mejor de los sabores.

Y es aquí donde encontramos la gran influencia de la cocina Israelí. Adjetivos como sano, variado, exótico, colorido describen muchos restaurantes que apuestan por una oferta healthy. Pero aquí, además de la opción de cocina Kosher, hablamos de una gran tradición culinaria que ha viajado a través del tiempo y del espacio adquiriendo sabores y aromas variados. Todo aquello a lo que pretendemos volver, tan de moda. En este caso, sin forzar, sin maquillar. En Auto Rosellón nace de los fogones de Ronit y de su respeto a la tierra, de modo natural.