Barcelona Beer Company Taprom

La vida de Oriol cambió por completo el día que se tomó una pinta de Russian River en Nueva York. Esa pinta le abrió los ojos al mundo de la cerveza artesana de tal manera que decidió dejar su trabajo como consultor y fundó Barcelona Beer Company, una pequeña fábrica de cerveza honesta y de calidad. Con los años esa decisión valió la pena, y sus cervezas como la Cerdos Voladores o La Bella Lola son de las más apreciadas por la legión de fans de la cerveza artesana. Así que el siguiente paso natural era crear un espacio dónde maridar sus cervezas con bocadillos de verdad, y Oriol decidió abrir el Beer Company Taproom. Un bar desenfadado (presidido por un retrato de Monsieur Cantona) en el que además de las cervezas más frescas de Beer Company tienes tapas y bocadillos como el de albóndigas -un must-, bacalao con sanfaina -un descubrimiento-, cochinita pibil, calamares o el de roast beef. Cada bocadillo va acompañado de una recomendación de cerveza de la casa. Si estás indeciso, pídete 6 vasitos de degustación. El local es acogedor, con buena música, y funciona tanto para una comida rápida al mediodía o como para unas cervezas y tapas con amigos después del trabajo. La alocada decisión de Oriol de dejarlo todo resultó un acierto: pasados unos años y unos cuantos premios después, ya está planificando una fábrica más grande para substituir su brewery original. Un magnífico ejemplo que siendo testarudo, apasionado y haciendo las cosas bien, se pueden conseguir hazañas deliciosas.