Se vanaglorian de ser el restaurante 200% alemán de Barcelona, y razón llevan… Decimos tras haber degustado algunos de sus brezels o de sus cervezas Erdinger. No en vano, apuntan también, tienen la carta más extensa de estas cervezas de la ciudad -cuerpo, calidad y prestigio internacional la hacen famosa-. Si pasaste aquella temporadita hace unos años en Berlín o en, yo qué sé, por centrarnos geográficamente: Múnich, lo suyo es que cuando te da el ataque total de morriña te plantes en el Hotel Princesa Sofía, allá en María Cristina; será la gran escapada. Y si no, también. Además, dada la ubicación no es difícil abstraerse un poco y creer que de verdad estás en una taberna legendaria alemana de la región de Baviera: sus bancos y mesas de madera, al aire libre, sus camareros vestidos con trajes típicos y la música tradicional -particular el detalle, sí- te ayudarán un poco. Pero entremos en materia: recomendamos empezar con esos brezels citados, la riquísima Kartoffelsalat y seguir por ejemplo por una Bratwurst o una Weisswurt -especialidad bávara de ternera y cerdo cocida al estilo de siempre-, o las dos. Ése es el encanto de Biergarten: ser fiel a la tradición culinaria que representa, con todas las de la ley. Terraza y jardín donde perderse un poco en placeres indispensables, germanos, y sólo ahora, en primavera y verano.
