Camping Mar

Este verano Camping Mar estrenaba terraza cubierta, mezcla entre pabellón nórdico y patio con vegetación mediterránea. Y, honestamente, el lavado de cara le ha sentado de maravilla. Camping Mar se mantiene como la elección más sensata para comer un buen arroz delante del mar. Convenientemente alejado del jaleo de la Barceloneta, parapetado entre el Hotel W y el antiguo Rompeolas, el Camping Mar se presta a comidas con amigos y sobremesas largas.

Comidas medio escondidas entre vegetación autóctona que añaden privacidad, calma y encanto a tus platos. La estrella siguen siendo los arroces, con el caldoso de bogavante y el de setas y butifarra a la cabeza. Añádele unas tellinas a la brasa o un cazo de mejillones, y tienes la gloria asegurada. Las vistas al puerto y un vino blanco bien frío se encargará del resto. A pesar de llevar tiempo abierto, por suerte Camping Mar sigue siendo relativamente poco conocido, además de una de esas raras confirmaciones que nos recuerda que vivir en una ciudad pegada al Mediterráneo es un privilegio.