Can Martí

Puede que tú también seas de los que vuelve a Can Martí por el confort de ver cómo el paso del tiempo no afecta a este reducto de carnes a la brasa de Vallvidrera. Hace tiempo, Can Martí era destino de unos pocos pioneros que se atrevían a subir a una casita en la ladera de la montaña con envidiables vistas a la ciudad. Además de familias de toda la vida, hoy en el comedor de Can Martí se cruzan grupos de jóvenes, mesas de creativos, y parejas que además de la carne a la brasa y las vistas, buscan la satisfacción de ver cómo todo sigue manteniéndose intacto. Llega la esqueixada, la tortilla, las mongetes amb cansalada, las patatas fritas cortadas grandes y el vino de la casa, acompañado de serie por una botella de gaseosa. Le siguen las butifarras, las costillas de cordero, y un entrecot de calidad sorprendente. Humilde, modesto y sin pretensiones, Can Martí mantiene su objetivo de hacerte feliz con platos de toda la vida. Atención a los desayunos de cuchara y tenedor de callos con garbanzos o huevos con patatas y jamón. Se merecen el viaje.

Hay otras casas de carne a la brasa en Collserola, pero aún no he encontrado ninguna que supere las vistas y el encanto de transportarte a mediados de los noventa como lo hace Can Martí.