Caña de Azúcar

Hay días en los que uno desearía escapar bien lejos, no se sabe muy bien dónde, pero cuanto más lejos mejor. Todos tenemos esos días. Días de viajar con la imaginación hacia un paisaje más exótico en el que refugiarnos de todo. Si te ocurre eso y no tienes lugar al que huir, no te preocupes. El Eixample barcelonés acoge un nuevo paraíso. En el momento en el que cruces la puerta de Caña de Azúcar tus penas se esfumarán. Este acogedor rincón fusiona lo mejor de la gastronomía latinoamericana en un bellísimo salón de estilo venezolano. Así que ponte cómodo y prepárate para el viaje. Porque el recorrido de sabores que las hermanas Osio (Adnaloy y Adriana) nos tienen preparado es realmente espectacular. Aquí no hay trampa ni cartón: solo productos fresquísimos y un mimo por el detalle que se nota en cada centímetro de sus sabrosos platos. Sabrosos, sí, además de llevar una presentación delicada y llena de color. Contraste de texturas que elevarán tu paladar al séptimo cielo. Pureza y amor por la gastronomía venezolana.

¿Sugerencias? Empieza con los tequeños, un plato típico y suculento, una delicada masa de trigo crujiente que envuelve un bocado de queso de vaca. Continúa probando sus palmitos a la brasa, compuesto por el corazón de la palma de cocotero, tomate fresco y pan de yuca al ajillo. Su cachapita nos hará viajar al lado más ancestral. Se trata de una tortita de maíz tierno, con queso de Mano fresco y mantequilla noisette. Delicado y jugoso. Y si quieres sencillamente levitar, prueba su ceviche de corvina salvaje marinada en salsa de jalapeños. Creatividad y exquisitez en estado puro. Y si eres amante del buen postre, no te quedes sin probar su tres leches, delicioso bizcocho bañado en tres leches, bajo una nube de marshmallow y frutos del bosque. Combínalo todo con alguno de sus fantásticos cócteles y la experiencia estará del todo completa.

El aroma que se respira en Caña de Azúcar, el cálido trato del servicio, la decoración, su pequeña biblioteca, la preciosa vajilla y hasta los cubiertos… Todo ello te transportará a un lugar lejano del que no querrás volver jamás.