Casa de Qing Dao

Puedo llegar a entender que para algunos, entrar al restaurante chino Casa Qing Dao les requiera coraje. Uno de los mejores restaurantes de pinchos y empanadillas de la ciudad puede que esté hecho para comensales con tolerancia a niveles disruptivos de higiene. Afortunadamente los pinchos a la barbacoa china del Casa Qing son uno de los platos asiáticos más auténticos que he comido en el Eixample. Especiados, deliciosos, reconfortantemente picantes, cumplen con nota con los requisitos que se le pide a todo pincho de carne preparado sobre brasas. El segundo protagonista de la carta es la extensa propuesta de jiaozi o empanadillas caseras con diferentes rellenos. Una delicia para explorar combinaciones de sabores nuevos como la empanadilla de cordero y cebolla, de pescado o de cerdo y gambas. Las raciones de empanadillas son enormes (15 0 25 unidades), así que mejor que una comida en el Casa Qing te pille con hambre. Nuestro festín terminó con el pollo frito picante cubierto de pimienta de Sechuan y guindillas. Literalmente cubierto de guindillas, mantuvimos el plato a raya a base de cervezas Tsingtao bien frías.

Con una clientela mayoritariamente asiática, el Casa Qing es el destino perfecto para paladares inquietos por la cocina regional china. A veces juzgar un restaurante por su aspecto puede hacerte perder grandes experiencias. Porque en la vida como en los restaurantes, la suerte favorece a los valientes.