Cierzo

No sólo de ramen y café artesano vive el hombre. Lo que nos mantiene vivos mediodía tras mediodía son los bares y restaurantes de barrio que hacen las cosas como Dios manda, y el nuevo Cierzo es afortunadamente uno de ellos. El menú está lleno platos cercanos con un giro fresco y muy, muy, muy buen producto que va avanzando con la temporada. Los hits de la casa son el arroz meloso de aguja de presa ibérica, la ensalada de calçots y sardina ahumada, la épica hamburguesa de carrillera ibérica, o el tiradito de atún marinado y aguacate. Platos caseros para romper la rutina sin perder la cercanía. Y los sábados, arroz del día, un plan distinto a los brunch que inundan el vecino Paseo San Juan. Poca mesas, mucho encanto y precios muy contenidos lo convierten en una buena opción para cenar. El Cierzo es uno de esos descubrimientos que corren más de boca a oreja que por Instagram. En una época en la que los restaurantes de toda la vida parecen estar en extinción, el Cierzo presenta candidatura a convertirse en uno de los favoritos del barrio.