Cocktail Bar Merbeyé

Hace treinta años abrió en lo alto del Tibidabo una de las coctelerías de culto de la ciudad. El Merbeyé era el local de moda entre los noctámbulos de la época, donde era habitual encontrarte a Mariscal, Fernando Amat, incluso Loquillo, que inmortalizó el Merbeyé en su canción Cadillac Solitario. Tres décadas más tarde, el Merbeyé sigue siendo una de las coctelerías más auténticas (y desconocidas) de Barcelona. Poco ha cambiado desde entonces: madera, terciopelo rojo, luces bajas, jazz y parejas en busca de privacidad después de la oficina. La carta de cócteles es una mezcla de clásicos, invenciones propias y recetas que van cambiando según la temporada (el cóctel de Navidad de crema de leche, Disaronno y chocolate líquido es un espectáculo). Con el buen tiempo abren un espacio chill out en la terraza, con una de las mejores vistas de Barcelona. Busca una ocasión y un acompañante perfecto para redescubrir una de las barras más old school que ha sobrevivido en la ciudad. Por cierto, pregúntale al camarero por qué está cortada una de las columnas de la sala.