El Asador de Aranda

Carne asada en su mayor expresión. El Asador de Aranda te ofrece una rica amalgama de sabores directos del horno de barro a la mesa. Desde el lechazo, cochinillo, morcilla o picadillo, hasta pimientos del piquillo para chuparse los dedos -y, entre nosotros, no me gusta el pimiento y rebañé el plato apenas con vergüenza, si mi madre me viera-. No sé si alguna vez os ha pasado, pero existe un hojaldre de crema pastelera y nata que hace saltar una lágrima. ¿Conocéis la teoría de los dos estómagos? Es complicado, lo sé, pero concentraos en la capacidad de vuestro segundo órgano digestivo para este postre y para el, llamémosle “post postre”. Aquí corto y cierro para no hacer spoiler, espero no sea demasiado tarde -guiño-, y que lo descubráis con vuestras propias papilas gustativas. ¡Camarero, dígale al chef que la morcilla de arroz está exquisita!