Hydrogen

Es viernes por la noche. Quieres sorprender a tu pareja -o a un amigo, o a un familiar- llevándolo a cenar a un lugar espléndido. Pero hablo de sorprender en todos los sentidos, hacia todas las direcciones. Ya os conocéis restaurantes clásicos y los típicos bares de tapas de autor de la ciudad y blablablá. Tenemos la solución. El Hydrogen es un tesoro resguardado en el interior del Hotel Barceló Sants. Bienvenido al futuro, aquí empieza tu aventura:

Lo mejor es que para empezar os toméis una copa en el espectacular Orbital Bar, la antesala al paraíso. La decoración futurista y cuasi galáctica os situará en un ambiente lejano, muy lejano. Si lo que os apetecía era viajar sin salir de Barcelona, habéis acertado. Degustad alguno de sus cócteles antes de la cena, tienen una gran variedad. Muy recomendable su daiquiri de fresa, una verdadera bomba de sabor, sobre todo combinado con algún aperitivo, como los cacahuetes de wasabi (solo apto para paladares atrevidos).

Una vez paséis al restaurante, el interiorismo de toque futurista se mantiene, pero se respira un ambiente más etéreo y relajado. El prestigioso chef Ramón Ribas nos presentará las diversas opciones de su carta. Un consejo: si lo que deseáis es una experiencia completa, lo mejor es que probéis el Menú Sants-tronomic (¡un día es un día!), jamás un menú mereció tanto la pena, creedme. Se trata de una verdadera oda a la imaginación. El delicioso paseo gastronómico se inicia con tradición: empapando un buen pan artesano en aceite de arbequina y picual. Superior. En Hydrogen tienen bien presente que el ser humano «come con los ojos» y de ello te darás cuenta con la llegada del primer plato. Su Ensalada de verdes frescos con queso mató, piñones, vinagreta de miel-frambuesa haría temblar a cualquier obra de arte del Impresionismo. Una verdadera joya que te refrescará de pies a cabeza. Seguimos con el Canelón de faisán con crema de trufa negra, algo que nunca pensarías que ibas a probar, pero está frente a ti y es realmente exquisito y delicado. Luego llegará el Rodaballo grillé con la glasé de sus espinas, cebollitas, microvegetales y aceite de cenizas: tus sentidos te lo agradecerán. Puede que sea el plato que más te sorprenda en toda la noche, tanto por su presentación como por su sabor. Para finalizar el viaje intergaláctico, la Espaldita de cordero lechal confitada, asada y deshuesada te hará recordar por qué merece la pena vivir. Un postre cremoso y nada pesado como la Mousse de castañas dará fin a una noche inigualable repleta de imágenes, sabores, texturas y mucha creatividad.

Así podríamos concluir la verdadera definición de una velada inolvidable, porque el Hydrogen lo tiene todo: las últimas tendencias en cocina, productos de alta calidad, vanguardia, originalidad, un servicio exquisito y un entorno increíble. Nosotros le damos un 10, pero lo mejor será que lo compruebes tú mismo.

//fotografías de los platos Laura Rosal