La Branqueta

Cuesta entender cómo una de las mejores cafeterías japonesas de la ciudad ha conseguido pasar desapercibida durante tanto tiempo. Hace poco, La Branqueta celebraba su primer aniversario con la misma discreción habitual: a la hora de pagar, la camarera te obsequiaba con un tarro de fideos instantáneos caseros para preparar en casa. Acto seguido, volvía detrás de la minúscula barra para seguir preparando con sutileza y elegancia nipona platos combinados y onigiris (bocadillos japoneses de arroz en forma de triángulo). Cada mediodía La Branqueta ofrece un menú distinto de platitos vegetarianos japoneses.

Nos lanzamos a por los fideos fríos con salsa de sésamo, el curry de verduras y el bento de gyozas vegetales. Todo nos llegó a la vez, acompañado de verduras encurtidas, una excelente sopa miso y un bol de arroz. Platos humildes de grandes sabores y un confort difícil de encontrar fuera de Japón. Rematamos la comida con un variado de dulces caseros japoneses y un té matcha, todo de una autenticidad sorprendente que te deja con ganas de volver. Ha llegado el momento que no solo los trabajadores de las oficinas de alrededor descubran la deliciosa cocina de La Branqueta.