L’Entresòl

Se llama L’Entresòl porque sus dos artífices, Roderic y Miles, viven en un entresuelo (no en el mismo, pero era una casualidad). Tienen más de 35 ginebras diferentes, la mayoría de ellas de calidad, así que prepárate para unos cuantos gintonics de los buenos. Ponen música indie siempre menos los jueves, en los que el bajista de Mendetz selecciona un poco de groove. El bar es bonito y en la entrada te recibe un cartel bastante grande con nombres de grupos que molan, y eso ya hace que te apetezca entrar. Oscuro pero acogedor, con una sala al final que puede convertirse en pista de baile. Y lo más sorprendente: ¡en Gràcia! Así que sal del centro y ve hacia la villa de la ciudad, porque se dice que en este bar “se entra sólo pero se puede salir acompañado”./ Leo Altés