Lluritu

Hace apenas dos meses abría Lluritu, una marisquería desenfadada en la zona norte de Gràcia de la que todo el mundo habla. Un pequeño local entre cañí y contemporáneo de los que se convierten en clásicos al instante, con camareros con chaqué y una barra larga que invita a cenar sentado en taburetes. Un ambiente informal que acompaña perfectamente el maridaje entre marisco, cañas de Mahou y botellas de vino blanco frío. Lo que más destaca del Lluritu es el panel luminoso central que sirve de menú. Una mezcla de raciones clásicas de marisco con especiales del día a los que conviene echarles un buen ojo. La mayoría de platos vienen a la plancha, aunque hay algún frito y crudo. Nos pedimos un poco de todo: las coquinas se comen como pipas, sardinas y chipirones a la plancha muy frescos y en su punto, y terminamos con un lluritu frito con su piel, crujiente y delicioso. Mariscos populares para todo tipo de públicos (aunque ya ha corrido la voz y para sentarte en las cuatro mesas del fondo hay que llegar con reserva). Del Lluritu se sale feliz, cenando buen marisco y sin la sensación que te hayan soplado la cartera. Una buena excusa para comenzar el nuevo curso de cenas con buen pie.