Marea Alta

Barcelona desde las alturas. El mar, el cielo y la tierra fundiéndose en el horizonte. Los tejados, las azoteas, la deslumbrante belleza de esta ciudad, desenvolviéndose ante nuestra atenta mirada. En la planta 24 de la Torre Colón nos encontramos con Marea Alta, un restaurante que ofrece unas espectaculares vistas de 360 grados. Bienvenido a una experiencia de diez para tus sentidos: con la vista ya embelesada, prepárate para afinar tus papilas gustativas y dejar que el aroma a mar te alcance. Si eres amante del pescado, aquí descubrirás los sabores más frescos del país. En Marea Alta la atención es tan exquisita como sus platos. Su contacto directo con las mejores lonjas de España se nota claramente en cada bocado, así que te recomendamos ir con calma para disfrutar degustando sin prisas. Una imponente selección de pescado y marisco te está esperando. Aquí lo importante es la sencillez y cuando la materia prima es de tan alta calidad, pocos aderezos hacen falta. Inspirados en la cocina de distintas partes de España -y coordinados por el chef Enrique Valentí- en Marea Alta cuentan con expertos colaboradores que buscan las mejores piezas y lo cocinan tradicionalmente como en su lugar de origen. Así, encontrarás el rodaballo de Guetaria, la merluza y la palometa roja del Puerto de Cudillero en Asturias, el marisco y los crustáceos de la lonja gallega de Vigo y la Coruña, o la gamba roja de Palamós.

En Marea Alta descubrirás piezas de pescado que cambian según lo que ofrezca el mercado, cocinadas a la brasa con verdadero mimo y dedicación. Para empezar recomendamos probar su caballa con un insólito toque cítrico gracias al jugo de la manzana; su mejillón, aparentemente simple a la vista, pero con un potente escabeche ahumado; o su anchoa deshuesada minuciosamente, muy jugosa, se te deshará en la boca. El langostino, conservado en agua de mar, fresquísimo. O la cuajada de bacalao, un verdadero must. Su reducción de Pedro Ximénez le otorga un toque muy especial y una suavidad insólita. Si quieres pasar a los platos fuertes, las kokotxas, son un bocado de mar a la brasa, consiguen la textura perfecta. Un consejo para los más atrevidos: pedid la carrillera de atún con judía de Sant Pau y salsa de mojo, una explosión de sabores eléctricos cocinados con cuidados y con un punto muy original. Según el pescado del día, te ofrecerán uno u otro. A nosotros nos tocó el rodaballo, que tiene tanto sabor que no necesita salsa. Sencillamente perfecto, aunque volveremos para poder probar otras opciones como el salmonete, el rape, o la lubina.

Alzando la vista por la ciudad, desde el Marea Alta parece que el tiempo no transcurre, que flota en el horizonte y hasta nos transportamos a los mercados de toda la vida. Desde las alturas se puede tocar la cumbre del sabor. Combínalo todo con un buen vino y deja un hueco para el postre, merece la pena. Además, si te apetece tomar un cóctel por la noche con amigos, justo en el piso de debajo encontramos el Marea Baja, un elegante bar para tomar una copa y continuar maravillado con las vistas. Señala una fecha especial en el calendario, y date un homenaje. Ya nos contarás.