Mari y Rufo

En el Mari y Rufo se come de pelotas. Pegado al Mercat de Santa Caterina, el Mari y Rufo es un clásico de la cocina pura de mercado. Muchos años sirviendo el mejor producto han llevado a este sencillo restaurante a fidelizar su clientela. No es un lugar que llame mucho la atención desde la calle. Seguramente la primera impresión no es la que cuenta, pasa de los platos sucios apelotonados en la barra y agarra con fuerza la carta. El servicio va a ser una montaña rusa, pero con muy buen fondo. Los platos empiezan a llegar y de repente entiendes porque el restaurante está lleno hasta la bandera. Las vieiras con panceta crujiente, el pulpo a la brasa, o la morralla son de otro planeta. Todo fresco y preparado con mimo, especial atención al económico menú de mediodía. Ni la cocina, ni la decoración ni el servicio pretende ser nada de lo que no es, una sencilla (en el mejor de los sentidos) casa de comidas. Y eso es lo que hace tan especial Mari y Rufo. Cuando lo pruebas, repites. Palabra.