MR PORTER

¿Por dónde empezar? En serio… Cuando acudes a un restaurante casi siempre hay algo que destacar. Aquí se trata de una oda a las brasas y a la parrilla. Steakhouse sofisticado. Carnes trabajadas de un modo personal. Platos elegantes y originales pero guardando el buen hacer tradicional. Y diréis. Céntrate en esto.

Pues no va a poder ser. Todo lo que rodea a este restaurante, bar&lounge ubicado en el corazón del Eixample es destacable. He quedado alucinada. Para quien no lo conozca, MR PORTER está en el nuevo Sir Victor hotel, previamente conocido como el Hotel Omm. Nueva apertura de THE ENTOURAGE GROUP, nacido en Ámsterdam. Grupo que sabe bien cómo crear experiencias gastronómicas, de diseño y buen ambiente.

Mi apreciación es subjetiva. Pero me gusta tratar de ser objetiva. Así que ante tanto alucine intentaré hacer una valoración racional. Vamos pues:

Sabréis que se suele valorar del 1 al 5, teniendo en cuenta los bienes materiales, los atributos del producto y su extensión. Así lo hice. ¡Y Madre mía!  Ok. Objetividad… Respecto a su cocina refinada, los carpaccios no nos dejaron indiferentes. Probamos el de aguacate, crema agria con caviar Beluga. Sólo verlo se nos hizo la boca agua, con su combinación de colores.  Las texturas, sobresalientes. Lo mismo sucede con el carpaccio de roast beef  y el de calabacín. Seguido, el filete chateaubriand con foie-gras cuyo punto de cocción y contraste de sabores eran perfectos. Comprobamos que sus carnes son de alta gama.

Los postres y cócteles además de ser ricos en sabores destacan por ser un espectáculo para los sentidos tanto por el aroma como para la vista. Probad la bomba de chocolate y el helado de coco. ¡Racionalmente, de locura!

Luego podríamos hablar de su carta. Limpia, variada y clara. O del lugar. Su atractivo visual, la decoración, su acústica y el ambiente que invita a quedarse el rato que haga falta para seguir disfrutando. Cada detalle de MR PORTER forma un todo armonioso de líneas, colores y formas. Un bar panorámico 360º de madera de roble. Elementos que rodean a cada una de la presentación de sus platos muy bien elegidos. ¡Sofisticados pero cañeros!

¿Qué decir del trato y el servicio? Que la atención es digna de aplauso. Ferri, Sergi y Elisabeth fueron atentos, profesionales y simpatiquísimos. Nos informaron de cada detalle e hicieron sentir como en casa. Con ganas de quedarnos, casi a vivir.

Así que adivinad. Objetivamente, 5/5. O dicho de otro modo: ¡Wow!