Nikkei 103

Crecí rodeada de culturas diferentes entre si e incluso soy fruto de esa mezcla. Hoy en día ya es algo que empieza a ser común. Parejas de procedencias dispares, que se unen, aportando tantísima riqueza a una familia que han construido, lejos de su lugar de origen.

La cocina Nikkei tiene esa filosofía que comparto y valoro. En este caso, mezcla de culturas entre Japón y un Perú familiarizado con la fusión. El país andino poseía una base cultural y gastronómica ancestral que siguió evolucionando con el desembarque de aquellos que fueron llegando de varios continentes. Perú siempre supo aprovechar esa riqueza e increíble reserva natural.

La cocina Nikkei es el resultado de ese mestizaje, pero de una ramificación gastronómica concreta. La influencia cultural y gastronómica nipona que nació a partir de la emigración japonesa al Perú, a finales del siglo XIX y empezó a hacerse notar, hace medio siglo. Un lugar perfecto donde poder saborear su esencia es el Restaurante Nikkei 103, (Grupo Ceviche 103) ubicado junto al Hotel Axel, y de la mano de Gustavo Sugay, chef 100% Nikkei.

Hemos descubierto su nueva carta. Gustavo nos explicó su vinculación con el mundo Nikkei. Desciende de uno de aquellos japoneses que llegaron al Perú y desde su infancia vio y aprendió a elaborar esta cocina que tanto disfruta trasladándonosla. Por ello, este es lugar que abrió en 2017 es perfecto para descubrir esta fusión.

El chef recupera sabores tradicionales, adaptándolos a nuestro entorno. Cocina Nikkei fiel a la autóctona donde, viéndole trabajar y su dominio de técnicas de corte, (elabora los platos fríos en barra abierta), entendemos esta cultura. Vemos la influencia de su maestro Hiro, sushiman de la Asociación Peruano Japonesa de Lima. Nos recuerda, mientras sigue elaborando, que su base está en las  técnicas japonesas y sabores peruanos.

Probamos especialidades de barra, como los exquisitos Taquitos nikkei, fajitas crujientes con tartar de salmón y salsa nikkei. Un homenaje a la fusión peruano-japonesa son también los uramakis, como el anticuchero de corvina con langostino panko, aguacate, salsa anticuchera e hilos de boniato crujiente. Nos prendamos de los tiraditos y de su presentación. De Pulpo al olivo, con aceituna kalamata y panceta crujiente y el Niwatori de corvina laminada, además de ser espectáculo para la vista, lo es para el paladar.  Los Nigiris de vieira a la parmesana, muy originales.

El mollete de carrillera de ternera y el Yakori carretillero tampoco puede faltar al compartir los platos calientes y estrella que ya encontramos anteriormente como el Yakimeshi de pato y las Gyozas de Lechón.

Esta experiencia Nikkei se ve acrecentada por una decoración inspirada en la sobriedad de Japón y el color de Perú, donde prima el minimalismo y la calidez. La cultura Nikkei que significa “japonés lejos de Japón” está presente en todos sus ámbitos. Y que Gustavo esté hoy aquí, haciéndonos viajar a su país natal, a través de las influencias japonesas de un abuelo que desembarcó en Perú, es casi mágico. ¡Vale la pena ir en persona!