El nombre ya tiene gancho y parece que su cocina también (y muy merecidamente, según mi humilde opinión). Podríamos definir a Paco como una taberna de «alto standing»: las gambas tienen denominación de origen y siempre sabes los gramos de carne que tienes en el plato. El local quiere imitar a una taberna gracias a su disposición de asientos altos y concentrados en la barra, aunque con un toque decorativo «de clase». A todo esto, sumémosle una clientela de un standing de igual altura, servida por un staff de lo más amable, que empatiza contigo y te retira el abrigo como si de un mayordomo se tratara. Eso sí, sin perder ese toque tabernero tan acertado (¡una de gambas para la dos!) y con una nada cansina pretenciosidad. Este mix Villarriba-Villabajo parece dar resultado, ya que raramente encontrarás sitio si no reservas con anterioridad.
