Pasta JN

Pasta JN cumple con la mayoría de requisitos de un restaurante chino encubierto excepcional: no hay menú del día, el comedor está lleno de chinos, tienen especiales ultra-picantes de Szechuan escondidos en la carta que solo te sirven si eres asiático, y su balance entre interiorismo e higiene es bastante expeditivo. Un templo si eres adicto al hormigueo que genera la pimienta de Szechuan en el paladar. Pero primero tienes que superar los carteles de sangría, paella y la barra con tragaperras de “bardetodalavida” con el que se camufla el comedor del fondo, donde clientes chinos se sirven boles de arroz de unas vaporeras comunitarias. Si amas el picante, por favor pide el pollo Szechuan, pero no el de la carta, sino el “con hueso”: plato escondido que no se atreven a servir a clientes occidentales. Una auténtica montaña rusa para tus papilas gustativas. Pollo dorado con guindilla, pimienta y cebollino, sin salsa por encima. El camarero no habla ni palabra de español, pero si esperas a que se acerque la dueña, ella te explicará en perfecto castellano los platos especiales y tradicionales de la carta.

Una cocina casera que atrae multitud de clientela mayoritariamente china. Pasta JN es básicamente un local en el que nunca entrarías pero al que te quedas enganchado des del minuto uno. ¿Hace falta esconder detrás de un bar de carajillos una perla de Szechuan como el Pasta JN? Nunca juzgues un libro por su cubierta, y menos en Eixample Izquierdo.