Es innegable que el Racó del Mariner, antigua cantina de la Cofradía de Pescadores de la Barceloneta, sigue manteniendo su encanto intacto. Si ya eras asiduo al local escondido en el Moll del Rellotge, el nuevo emplazamiento del Port del Fòrum te parecerá más domesticado y tranquilo. Si vienes por primera vez, el shock de autenticidad, buen trato y pescado fresco va a ser importante. La carta es absolutamente marinera: platos de pescado con los que no se complican la vida y que juegan a favor de la frescura de la materia prima. Empieza con su excepcional morralla frita, difícil de superar en muchos kilómetros de costa. Sigue con cualquier tapa de marisco a la plancha, vapor o frito. De segundo, pregunta por los pescados del día, o lánzate sin miedo a por alguno de sus arroces. El caldoso de marisco te dejará sin palabras. Cuidado, las raciones son contundentes y los precios realmente ajustados, absolutamente en desacorde con la frescura del producto.
No es de extrañar que no haya ni un turista en la sala, y que familias de clientes habituales hacen que tengas que reservar mesa el fin de semana. El Racó sigue siendo una perla escondida para los amantes de la cocina marinera honesta y de calidad.