Rufián

Si entras a Rufián un sábado o un domingo sabrás que son los reyes del vermut de Poble Sec. El ambiente es como el salón de tu casa cuando todos lleváis algunas copas, no diremos (de) más. Un local sencillo, cuidado en la decoración con algo de tipografía, pequeñas esculturas, paredes modernistas que aparecieron durante la obra. Festivo, lúdico, gamberro y canallita. Pero, sobre todo, su equipo se lleva un diez más diez en el trato. Berta y Dani son cercanos y, sin que te des cuenta, se convierten, a fuerza de conversación y cercanía, en amigos que saben lo que quieres cuando vas a tomarte unas cañas: unos entrantes bien elaborados. Tú no vas a elegir ni su delicioso pastrami, tampoco las olivas rellenas de anchoa (de verdad), ni cualquiera de sus platos (véanse: hummus de lentejas, frankfurt curry o tomate con pesto), convéncete, será Dani el que elija por ti, «como siempre», y saldrás encantada de haber ido a Nou de la Rambla a tomarte unos rufianes, la mezcla de cerveza rubia con negra que sólo hacen ellos, ésa en la que piensas a mitad de la semana, cuando planeas tu visita para hacerla coincidir con alguno de sus dj’s. Prepárense, que ya han comenzado con exposiciones y planean hacer su primera fiesta en algún garito chulo de la ciudad. ¡Atentos!