Nace un nuevo espacio de creación independiente en la ciudad con vocación de programar compañías nacionales e internacionales en Poble Sec, y desde Le Cool lo celebramos por todo lo alto. Hiroshima se ha gestado durante dos años de obra: ha reconvertido lo que era un vieja fábrica de ascensores de 850m2. El resultado es una arquitectura que realiza un recorrido por tres espacios que contarán con diferentes e interesantes actividades (afirmación certera tras echar un repaso a su programación y asistir a su desbordada y alegre inauguración). Y lo hace con mimo, cada detalle del resultado físico está cuidado, en su sitio. El día del pistoletazo de salida en programación es el jueves 17 de abril: comienzan con el espectáculo de danza y tecnología del artista Choy Ka Fai, de Singapur, que trabajará con la bailarina Sonia Gómez. Teatro físico, danza, nuevas dramaturgias, música en vivo o circo contemporáneo que se unirán a cursos de creación escénica, técnicas de interpretación o debates. Todo -lo bueno- cabe en este proyecto trazado con cuidado y fe en las nuevas narrativas contemporáneas. Su director, Gaston Core, afirma que buscan aportar algo «al panorama cultural de la ciudad tras 6 años de crisis». Propuestas de riesgo más que asumibles, necesarias, para una sociedad cosmopolita como la residente en Barcelona.
Entre sus motivaciones, crear sinergias entre referentes de disciplinas diversas, algo que han trasladado al espacio físico con los tres lugares que conforman Hiroshima: la Sala Negra, donde podrán verse la propuestas escénicas y de danza, con capacidad para 130 personas y con un sistema de gradas que permite todo tipo de posiciones. la Sala 2, un espacio polivalente para la música en vivo con un aforo para 230 personas, donde encontraremos las propuestas más eclécticas. Ésta sin embargo no se inaugurará hasta el 2016: merece la pena ir con calma, viendo lo visto y los resultados. Y, cómo no, el bar-bistro de 120m2 especializado en bebidas y vinos con pequeños platos, abierto de momento de miércoles a domingo desde las 18h. Un espacio donde sí tendrá cabida la pasión por el riesgo escénico, el pensamiento contemporáneo en estado puro. ¿Un ejemplo? Tienen programado Fingir, y ésa es una de las creaciones más bonitas que esta redactora ha visto en todas sus vidas. Quieren ser un «punto de encuentro y de celebración», comenzaron materializándolo en una inauguración que se pretendía abierta y que no lo pude ser: alto grado de interés por parte del respetable y los creadores. Lo petaron literalmente, hablando «mal y pronto», que diría mi madre (lo de lo petaron no, lo otro). Celebramos con ellos su nacimiento: investigación, renovación y fuerza. Marquen la chincheta de Google Maps en el carrer Vilà i Vilà, número 67.
