Samantha’s

En un lugar tan bullicioso como es la Plaça Reial de Barcelona, es más que posible encontrar un remanso de paz, diáfano e íntimo al mismo tiempo. Con tan solo tres meses desde que inició su andadura, Samantha’s es más que un restaurante: es un punto de encuentro entre los locales de la ciudad y quienes vienen a visitarla durante unos días. De esta mezcla de idiomas, voces y culturas sale también una carta llena de referencias al producto local, pero con ciertos guiños a la cocina internacional.

Este local tan acogedor y particular fue testigo de emblemáticos negocios como El Bazar de la Isla de Cuba, que se inauguró en 1876, o la joyería La Isla de Cuba, de la cual aún se conservan los vitrales originales. La propuesta gastronómica aúna en un único lugar el expertise del chef y propietario, Solomon Tabisaura quien, con un recorrido de más de 20 años, apuesta por una cocina honesta de mercado.

Su carta nos permite desde un picoteo informal hasta un degustar un menú de la casa de principio a fin. En él, se encuentran bocados tan interesantes como la Tostada de caballa marinada y ahumada con crema de Ulloa, la Burratina con tomate semiseco, guacamole y vinagreta de almendras, o el Carpaccio de ternera Angust con foie, chips de parmesano y vinagreta de manzana, como entrantes. Entre sus principales, destacan la apuesta por las carnes y pescados de la mejor calidad, elegidos al milímetro junto a los mejores proveedores. El Meloso de Ternera con puré de boniatos y alcachofas confitadas, el Arroz cremoso de Setas de la temporada con estracto de trufa o el Bacalao con Salsa de Naranja Sanguiha, manzana asada, chips de espinacas y yuca son las tres opciones que nos presentan, a elegir, y prometemos que costará decidirse entre ellas.

En cuanto a postres, es difícil elegir tan solo uno con nombres que le hacen mucha justicia a su sabor. Por un lado, la Torrija con helado de yogur búlgaro y crema chantilly-una de las especialidades del chef- y por otro, el Súper Cheesecake con helado casero de vainilla de bourbon.

El escenario perfecto para disfrutar de tus planes vespertinos, y un lugar al que auguramos mucho éxito, dada su excelente ubicación, la cercanía en el trato y por su puesto por su agradable ambiente, que invita a una sobremesa hasta la medianoche.