Spicy

Tapas asiáticas, hip hop, camareros con tatuajes y fotografías eróticas en los baños. Esta podría ser la definición de la RAE para bar canalla, sin embargo, se ajusta perfectamente al nuevo Spicy, una de las últimas incorporaciones de la zona de Parlament. En la entrada un dragón de neón verde te da la bienvenida a lo que podría ser un restaurante sacado de un callejón de Seúl, Bangkok o Jakarta. La carta del Spicy recorre varios países asiáticos a través de pequeñas tapas pensadas para compartir. Por nuestra mesa pasaron con éxito raciones de pollo frito japonés tori karaage, mejillones tom yum tailandeses, costillas de cerdo paigu taiwanesas, dumplings, y muchas cervezas bien frías. Aparte de alguna afortunada excepción, la cantidad de picante se mantiene a niveles bastante moderados (tienes una botellita de Sriracha, un bote de togarashi y otro de aceite de chili en cada mesa para remediarlo).

Mención especial a su carta de cócteles con un toque asiático. Todo apunta a que le estamos empezando a perder el miedo al picante (un generador natural de endorfinas en nuestro cerebro, no lo olvidemos). Ya sea con algún extraordinario restaurante  encubierto de Sichuan o en un colmado de picantes en Les Corts, parece que estamos despertando de nuestro letargo en lo que a comida picante se refiere. En tu próxima visita a Sant Antoni no olvides darle una buena sacudida a tus papilas a base de tapas asiáticas picantes.