Tragamar

Ha terminado el verano. Pero los pequeños viajes, el sol, el Mediterráneo, la calma y el sabor auténtico no tienen por qué terminarse. Te proponemos un plan perfecto para uno de estos fines de semana otoñales en los que te apetezca desconectar de todo: en el paradisiaco entorno de Calella de Palafrugell encontramos el restaurante Tragamar, una auténtica joya mediterránea.

Poco hace falta decir acerca de este entorno tan maravilloso y que tan cerquita tenemos de Barcelona: la Costa Brava es para perderse en ella una y otra vez, jugar a explorar calas, pueblos y rutas extraordinarias. Y es que Calella de Palafrugell tiene algo casi mágico. Justo allí encontramos este delicioso restaurante: a escasos metros del mar, con unas vistas impresionantes y sintiendo la brisa y el aroma a sal en el rostro. En la terracita de Tragamar podrás relajarte degustando un buen vino y así ir preparando tus papilas gustativas para un verdadero espectáculo gastronómico.

Coincidiendo con que cumple 25 años abierto, Tragamar actualiza su interiorismo, elegante y desenfadado, de la mano de Tarruella Trenchs Studio, a la vez que estrena una carta muy marinera. Si echas un vistazo rápido, querrás probarlo todo. Encontramos platos mediterráneos con producto de primera calidad. ¡Todo fresquísimo! Por si te cuesta decirte, te daremos algunas pistas: imprescindibles las gambas rojas a la plancha, realmente increíbles, son cosa de otro mundo. Muy sabrosas también las sardinas, pero también puedes probar unos calamares a la andaluza. Si eres más de marisco, las almejas o las cigalitas abiertas te harán temblar de placer.

Pasando a los segundos, verás una buena variedad de carnes, pastas y pescados. Dentro de estos últimos, te recomendamos especialmente dos: la merluza con beurre blanc y caviar de salmón, tierna y jugosa. Y la raya de playa con mantequilla negra, una exquisita sorpresa directa a los paladares más aventureros.

Mención aparte merecen los arroces: encontrarás cinco tremendos platos en su carta, así que podrás elegir entre el de pescado y marisco, el de buey de mar y el de bogavante… ¿O tal vez uno montañés?

Además de la carta habitual, su carta del día varía presentando unos platos con un tono más arriesgado y personal, como pueden ser las vieiras a la plancha con panceta y calabaza (¡triunfaron!), o el salmón con shiitake y ponzu.

Tragamar es un restaurante excepcional, de los que dejan huella. Todo lo que diga se queda corto, así que lo mejor será que lo pruebes por ti mismo.