Zero Patatero

Es muy complicado que algo tan humilde como una cebolla rustida, un boniato glaseado o una coliflor con praliné de almendras llegue a emocionarte. El nuevo Zero Patatero le sobra valentía y oficio para seducirte con platos muy trabajados en los que se venera el producto de cercanía y de temporada extrema. Por algo se ha convertido en una de las aperturas que más ruido está generando en esta entrada de año. En la cocina se bordan los productos más modestos como su sardina marinada con setas en escabeche, el salmonete con “beurre-blanc” y piparra o cualquiera de los arroces (pide el que quieras, volverás a por el siguiente). Pero es cuando pruebas un boniato glaseado con el mismo mimo como si fuera un solomillo cuando te das cuenta que hay pocos restaurantes en Barcelona capaces de generar tanta satisfacción con productos tan sencillos.

Los culpables de todo este revuelo son el chef Luca Marongiu y el jefe de sala Gonzalo Rivière, que han dejado atrás su exitosa etapa en Els Garrofers de Alella para instalarse en uno de los locales con más solera del Born. Tras una desenfadada reforma, al local le sientan de maravilla los platos para compartir y los vinos naturales de pequeñas bodegas, que crean un entorno cuidado pero apto para todos los públicos. ¿Qué más le puedes pedir a una cena además de que te haga feliz?