Hace años que sigo a la Barcelona Gipsy Balkan Orchestra y hace años que los recomiendo. Y no me canso. Los he visto actuar aquí y allá y he podido ser testigo de cómo, con el paso de esos años, la gente empezaba a quedarse fuera de las salas donde se presentaban, haciendo cola para poder disfrutar de su música. En ningún otro lugar sino en esta ciudad podría haber nacido una formación tan pura, tan poderosa y tan llena de energía. Sus integrantes, nómadas y cosmopolitas, gitanos y profesionales, pero sobre todo, amantes de la música, van camino de convertirse -si es que no lo han logrado ya- en uno de los referentes de la música “made in Barcelona”. Sus ritmos derivados del jazz manouche y los ritmos gitanos y judíos han llenado recintos románticos y underground de toda Europa. Ahora toca el turno al Marula Café. Esta velada será para sentir, saltar hasta sudar y aplaudir mucho mucho mucho a estos grandes artistas.
