Sorprendía la visita de Kings of Convenience a Barcelona sin nada nuevo bajo el brazo. Es cierto que Erlend Øye y Eirik Glambek Bøe han tenido sus más y sus menos y que desde su formación en 1999 básicamente han ido reencontrándose para grabar discos, reconciliándose entre ciertos paréntesis donde tanto uno como otro y de diferente manera han escogido diferentes caminos. La excusa para girar esta vez, pues, sin coincidencias de aniversarios ni onomástica ninguna, ha sido volver a tocar su segundo trabajo: “Quiet Is The New Loud” lanzado en 2001, una joya para los fans de la banda noruega que lideró el New Acoustic Movement. No ofrecen, sin embargo, únicamente la honestidad y la espontaneidad (espontaneidad nórdica, no nos volvamos locos) que surge del directo sino que también suman a la intimidad de su folk-pop susurrado un espacio de intercambio de preguntas y respuestas conducida por un periodista que sucederá tras la estricta interpretación del álbum insignia. Para terminar con buen sabor de boca y no solo con palabras, después de la charla, la pareja de amigos de Bergen repasará en los bises algunos de sus éxitos, entre arpegios y dulces melodías de voz, para deleite de un público que acudirá más a una experiencia, tal y como mandan los cánones de la post-modernidad, que a un concierto al uso.
