Un año más, una SWAB más. Nos gustan las matemáticas simples. En caso de que esta relación fallara, Barcelona se quedaría sin su feria, la misma que, poco a poco, se ha hecho un hueco en el circuito internacional, no solo atrayendo a unas cifras cada vez más respetables de entusiastas del arte al Pabellón Italiano de Monjuïc, también demostrándole al mundo lo bien que congenian nuestros artistas con la flor y nata del negocio. Como evento que se desafía cada año, las expectativas en torno al SWAB aumentan. Nos preguntamos cómo funcionarán los nuevos programas (Inside Out, Focus Magreb y Cross-Bounders) y juzgaremos la vitalidad de los veteranos, cuyas últimas ediciones han dado alguna que otra grata sorpresa, como los artistas vistos en Drawing applications. En resumen, que con nueve ediciones, las ferias SWAB ya forman parte de la programación cultural de la ciudad. Son una realidad ineludible y altamente disfrutable.
